Conservación y Limpieza de Monedas
Términos: oxidación, corrosión, pátina y cáncer del bronce
A excepción de metales como el oro
que son relativamente inertes, los metales sufren corrosión al
reaccionar con el ambiente. La corrosión es una oxidación aplicable a
metales que tienden a perder sus electrones por efecto de causas
diversas como la humedad y condiciones ambientales propicias para que
se desencadene este fenómeno.
En numismática, esta reacción del
metal, produce una pátina o película que recubre la superficie de la
moneda. Generalmente se habla de la pátina como una película protectora
y se habla de corrosión cuando la moneda se ve atacada.
Muchos metales son proclives a la
formación de la pátina, especialmente el cobre/bronce, las monedas de
cobre S/C bien almacenadas en contenedores numismáticos puede formar
pátinas moradas. Si están expuestas al aire se tornan marrones, hasta
llegar al negro. La plata también es muy reactiva y forma pátinas
doradas, marrones y finalmente negras. El níquel es difícil que forme pátina. Y el zinc se oxida con facilidad con manchas blancas de aspecto polvoriento.
Existen metales o aleaciones especialmente
vulnerables frente a la corrosión como el cobre/bronce que pueden
presentar lo que se conoce como enfermedad o cáncer del bronce. El
cáncer se presenta en forma de incrustaciones verdes brillantes o
polvorientas o verrugas rojas y la moneda de no ser curada/restaurada se
verá reducida a polvo con el paso del tiempo. Mientras tanto no la
pongas en contacto con otras monedas. No hay que confundir ciertas
pátinas estables de color marrón o verdoso en los cobres con el cáncer
del bronce.
En condiciones medioambientales especialmente duras como monedas
encontradas bajo tierra o sumergidas en el mar que son recuperadas de
barcos naufragados también se encuentra la corrosión que literalmente se
come el metal.
El Aire
El aire está lleno de contaminantes, uno de ellos, el sulfuro de hidrógeno
reacciona con los metales produciendo su oxidación, es decir forma una
película o pátina en la superficie de la moneda. Ciertamente muchos
coleccionistas aprecian las pátinas de tonos dorados o azules en monedas
de plata, pero si el proceso de oxidación sigue la pátina se volverá
muy gruesa y de color negro. Estas pátinas negras muchas veces son
limpiadas y no siempre con buenos resultados.
El sulfuro de hidrógeno se va
depositando en la superficie de la moneda y al principio forma una
pátina dorada de poco grosor, a medida que se acumula más sulfuro de
hidrógeno la pátina tendrá un tono azul y finalmente una gruesa pátina
negra. Para prevenir el desgaste químico producido por
el sulfuro de hidrógeno debemos de almacenar las monedas en contenedores
que aíslen la moneda lo más posible del aire. El problema es que no se
ha descubierto un contenedor 100% estanco y el aire siempre encuentra un
camino para reaccionar con la moneda. Pero como regla, cuanto más
estanco sea contenedor más protegida está la moneda de la oxidación.
La Humedad
Una temperatura moderada y una
baja humedad son buenas aliadas para conservar adecuadamente nuestras
monedas. Las monedas sufren desgaste químico a partir del 35% de
humedad del aire. La humedad puede llegar a producir corrosión y el
cobre es más susceptible de sufrir corrosión que otros metales,
apareciendo el cáncer del bronce que se presenta en forma de manchas polvorientas de color verde pálido que terminan por reducir esta a polvo.
Podemos mantener un entorno seco, en el armario o cajón, donde estén las monedas mediante gel de sílice, en inglés silica gel, que es un material cristalino que actúa como desecante. El gel de sílice absorbe humedad del micro-ambiente cuando este está húmedo y devuelve la humedad cuando el ambiente se vuelve excesivamente seco, por lo que regula y estabiliza la humedad. Existen 2 tipos de gel de sílice, el normal y el reusable. El gel de sílice reusable viene con una tarjeta indicadora que muestra el color azul cuando el gel se sílice esta activo y que se vuelve rosa cuando este alcanza su punto de saturación. Cuando se satura, se puede reactivar calentándolo a 115º C durante 3 horas. El gel de sílice se vende en forma de láminas, perlas y cartuchos llenos de perlas. Existen buen número de marcas comerciales de gel de sílice.
Podemos mantener un entorno seco, en el armario o cajón, donde estén las monedas mediante gel de sílice, en inglés silica gel, que es un material cristalino que actúa como desecante. El gel de sílice absorbe humedad del micro-ambiente cuando este está húmedo y devuelve la humedad cuando el ambiente se vuelve excesivamente seco, por lo que regula y estabiliza la humedad. Existen 2 tipos de gel de sílice, el normal y el reusable. El gel de sílice reusable viene con una tarjeta indicadora que muestra el color azul cuando el gel se sílice esta activo y que se vuelve rosa cuando este alcanza su punto de saturación. Cuando se satura, se puede reactivar calentándolo a 115º C durante 3 horas. El gel de sílice se vende en forma de láminas, perlas y cartuchos llenos de perlas. Existen buen número de marcas comerciales de gel de sílice.
Las Huellas
Si alguna
vez has puesto un dedo sobre una moneda recién acuñada, esa huella puede
acabar en cuestión de meses convirtiéndose en una fea marca oscura,
esto es debido a que los dedos tienen grasa y ácidos. Deberemos usar guantes
de algodón o látex como medida de prevención para manejar especialmente
las monedas que conserven la lustre de ceca. Si vemos que hemos puesto
los dedos, la limpiaremos con un algodón impregnado con alcohol antes de que aparezca la marca y tener que usar otro tipo de limpieza más drástica, como por ejemplo frotar con una goma de borrar de nata,
siendo importante eliminar bien con alcohol los restos de goma. Usemos
guantes o no, siempre asir la moneda por los cantos para evitar en todo
lo posible la fricción y desgaste de la pieza.
Carbon Spots (puntos de corrosión)
Si hablas delante de una moneda,
puedes salpicarla con saliva que puede producir una mancha negra en la
superficie de la moneda. Esa mancha, carbono reducido, está incrustada
en el metal y removerla sin causar daño a la superficie de la moneda es
virtualmente imposible. Suele aparecer en monedas de cobre.
Monedas Proof
El plano está tan
pulido, con fondo de espejo, la moneda tan satinada y de tal calidad que
tenemos que esforzarnos en conservarla en una capsula, o QUADRUM
Intercept ® para no tener que limpiarlas, lo que las arruinaria
completamente.
Las monedas Proof no son solo de metal
precioso, además tienen el bonus de la calidad de acuñación, en 2 o 3
golpes, y la calidad del troquel que para evitar la más mínima
imperfección o desgaste se recicla cuando acuña alrededor de 300 piezas.
La Habitación
No sólo influye el aire, contaminación, la humedad
de tu pueblo/ciudad, sino también ciertos gases que se nos pueden colar
por el cartón.
- No almacenar monedas en armarios recién pintados o recién tratados químicamente.
- No tener monedas junto a naftalina o insecticidas.
- No exponer al sol, lo que puede producir pátinas arco-iris o cosas menos bonitas, en ciertos plásticos o blisters oficiales.
- Las monedas en un sitio frío, seco. Evitar sitios donde la temperatura y la humedad cambian constantemente.
El Contenedor
Cuando manipulemos una moneda se
deberá emplear una superficie limpia y acolchada y asir la moneda por
los cantos o usando guantes de algodón.
Fundas de plástico (Coin Flips):
La mayoría son de PVC con plastificantes, lo que
les da flexibilidad al PVC que es un plastico muy duro y poco activo.
Este PVC flexible emiten gases artificiales que producen la corrosión
del metal que se come literalmente la moneda. No son recomendables para
el almacenamiento a largo plazo, siendo muy útiles para transportar
monedas. Hay fundas seguras, sin pastificantes, rígidas y que no atacan
al metal. Las tiras de plástico en las que se venden las monedas
mundiales no son seguras y producen corrosión. Muchas veces una
colección de miles de euros se ve arruinada por el PVC.
Estos álbumes muchas veces no son seguros, pues las monedas se alojan en compartimentos de plástico que contienen PVC flexible. Muchas veces a las monedas les sale una película verde y pegajosa que de no limpiarse puede corroer la moneda. Para limpiar restos de PVC basta un algodón con alcohol de farmacia. También se recomienda acetona, pudiendo dejar esta un brillo más oscuro a la moneda.
Álbumes de monedas:
Estos álbumes muchas veces no son seguros, pues las monedas se alojan en compartimentos de plástico que contienen PVC flexible. Muchas veces a las monedas les sale una película verde y pegajosa que de no limpiarse puede corroer la moneda. Para limpiar restos de PVC basta un algodón con alcohol de farmacia. También se recomienda acetona, pudiendo dejar esta un brillo más oscuro a la moneda.
Tubos para monedas:
Los hechos de poliestireno y también de polietileno son seguros, con el inconveniente de que las monedas al estar en contacto entre ellas, llegan a marcarse. También hay que tener cuidado con almacenar monedas de diferentes metales que pueden originar oxidación.
Madera:
A menudo se utilizan monetarios de madera por su aspecto atractivo. Pese a que existen unas maderas más recomendables que otras, toda madera incluso la más antigua y seca, genera gases ácidos. Por lo tanto no es recomendable el uso de maderas si la moneda está en contacto físico con la madera. Se pueden almacenar monedas en monetarios de madera protegiéndolas en cápsulas o cartones. Una de las maderas más recomendables es la caoba africana.
Estos
contenedores son de cartón y generalmente tienen una ventana de Mylar ®.
El Mylar ® es el que entra en contacto con la moneda, no el cartón que
puede oxidar el metal. Es importante grapar bien el cartón para evitar
al máximo el contacto del aire con la moneda. Los cartones tienen un
bajo coste y existen infinidad de álbumes para presentar con facilidad
nuestra colección. A pesar de que las hojas de los álbumes sean de PVC,
el PVC debe estar en contacto con la moneda para dañarla. Además el
cartón puede ser usado para anotar información y catalogar la pieza.
También existen cartones auto-adhesivos, sin necesidad de usar grapas y
que ofrecen una mayor protección, como los de la marca Hartberger (HB) ®
con la ventana de polipropileno. Tanto el Mylar ® como el polipropileno
son seguros para las monedas. Hay que pasar las hojas de los álbumes
para cartones con cuidado, sino las monedas puedes golpearse entre si y
sufrir marcas, sobre todo con monedas pesadas. Quitar las grapas antes
de sacar la moneda del cartón, sino la podemos rayar y depreciar.
NOTA: No todos los cartones están hechos de materiales
seguros. Algunos cartones se pegan a las hojas del álbum y dejan las
monedas pegajosas y con una película verde de PVC que habrá que limpiar
con alcohol o acetona. Después de la limpieza cambiar a un cartón
seguro
Cápsulas:
Las
cápsulas son más seguras al ser más estancas que los cartoncillos,
ofreciendo una mejor protección ante el desgaste químico, como la
perdida de lustre o la aparición de pátinas. Las cápsulas tienen un
mayor coste que los cartones, además se suelen presentar en bandejas que
aumentan considerablemente el coste y su manejabilidad. Las cápsulas
están hechas de materiales seguros como Plexiglas ®.
Intercept Shield®:
Esta marca comercial, tiene productos para almacenar monedas. El coste es más elevado que usar cápsulas pero ofrece casi una protección total durante años neutralizando los contaminantes del aire y la humedad. Intercept Shield ® es un 'carroñero' que actúa químicamente con los gases contaminantes, atrapándolos y eliminándolos del contenedor. La tecnología Intercept fue desarrollada por los Bell Labs para prevenir la corrosión de líneas telefónicas y en equipos. Más tarde sería usada para proteger monedas. Más información en: http://www.interceptshield.com/
NOTA: Susan L. Maltby, autora de un artículo para la Asociación
Numismática Canadiense, recomienda no almacenar monedas en sobres de
papel, cajas de madera con o sin terciopelo, tubos de monedas, ni
álbumes de cartón con huecos para colocar las monedas.
Parafina
Hay monedas que por su composición
son muy sensibles a la oxidación (hierro, zinc, cobre, aluminio) y
pueden requerir un tratamiento protector. Para preservar las monedas de
estos metales se puede recubrir la moneda con una capa de parafina pura
que es totalmente inerte y se puede adquirir en farmacias. Para aplicar
la parafina se puede sumergir la moneda en parafina líquida sujetando
la moneda por los cantos. Mientras seca podemos retirar la parafina
sobrante con un apósito con las puntas de algodón (). Después enfundarla
en un cartón de Mylar ®. Su poder protector durará muchos años hasta
que la parafina se convierta en polvo. En cualquier momento podemos
eliminar la capa de parafina con cloroformo o etanol (alcohol etílico) y
devolver la pieza a su estado original.
Cera Microcristalina
Las monedas con lustre de ceca o
más propensas a oxidarse (cobre, zinc, hierro, etc...) pueden retener su
brillo sin necesidad de limpiezas o recubrimientos con lacas. Con cera
microcristalina, una cera derivada de la parafina que está compuesta por
micro-cristales, a diferencia de las parafinas que están formadas de
macro-cristales, se pueden proteger las monedas dándoles una capa muy
ligera para que no queden los antiestéticos brillos. Pero, a pesar de
ser una fina capa, esta debe cubrir toda la superficie de la moneda, ya
que si no, se podrían producir focos de oxidación que se extenderían al
resto de la pieza. Un ejemplo de cera microcristalina usada en museos es
el producto RENAISSANCE WAX ®.
Lacas
Las lacas se usan para aislar la
moneda del aire y previenen la oxidación del metal. Si son usadas
correctamente y con monedas recién acuñadas pueden preservar las
condiciones originales de la superficie del metal. Las lacas eran muy
populares antes de que llegasen al mercado otros productos como las
cápsulas. Debe ser aplicada correctamente por un experto con fina capa
que recubra toda la superficie de la moneda. Se puede usar una pistola
de espray con el inyector muy fino para aplicar la laca a la moneda,
usando una máscara para no respirar el producto.
Algunos coleccionistas inexpertos
aplicaban la laca mediante un bote de espray o mediante inmersión en la
laca, aplicando demasiada laca lo que producía grietas y zonas de
oxidacón. Después de eliminar la capa de laca con acetona [mejor usar
otro disolvente] generalmente se activaba el metal y la moneda se
oxidaba rápidamente en cuestión de semanas.
Limpiar Monedas
Una de las inquietudes del
coleccionista profano es tener su colección monedas que brillen y que
tengan un aspecto nuevo, importando más el brillo que el desgaste de
los detalles de las improntas de la moneda. Las monedas envejecen y con
el tiempo en su superficie se forma una película protectora por la
oxidación del metal, que de ser bonita tiene un gran valor numismático.
Algunas monedas de plata forman una pátina de color dorada o azul, o
incluso iridiscente (arcoíris) que será apreciada por muchos
numismáticos.
Muchos coleccionistas sólo compran monedas cuyo aspecto les confíe que no hayan sido limpiadas con anterioridad. Los buenos coleccionistas aprecian más la apariencia original de una moneda que el brillo artificial logrado al limpiar la moneda con un producto químico. Los productos químicos contienen ácidos que hacen que se pierdan las primeras capas de metal, reemplazando la lustre o pátina original de la moneda por un brillo no genuino que hace que pierda valor numismático. Además en monedas de cobre o latón estas rápidamente volverán a oscurecerse tomando un color desigual, artificial y horrible en muchas ocasiones. Limpiar monedas es parecido a restaurar obras de arte, y sólo profesionales conocen las mejores técnicas a aplicar en cada caso.
En Estados Unidos existe una empresa especializada en restaurar monedas llamada NCS.
Muchos coleccionistas sólo compran monedas cuyo aspecto les confíe que no hayan sido limpiadas con anterioridad. Los buenos coleccionistas aprecian más la apariencia original de una moneda que el brillo artificial logrado al limpiar la moneda con un producto químico. Los productos químicos contienen ácidos que hacen que se pierdan las primeras capas de metal, reemplazando la lustre o pátina original de la moneda por un brillo no genuino que hace que pierda valor numismático. Además en monedas de cobre o latón estas rápidamente volverán a oscurecerse tomando un color desigual, artificial y horrible en muchas ocasiones. Limpiar monedas es parecido a restaurar obras de arte, y sólo profesionales conocen las mejores técnicas a aplicar en cada caso.
En Estados Unidos existe una empresa especializada en restaurar monedas llamada NCS.
Razones por las que no limpiar una moneda
- Generalmente la moneda pierde valor "si nos damos cuenta" que ha sido limpiada al notar una lustre artificial.
- A veces por tratar de limpiar una moneda con un producto ácido se le causa un daño irreparable, desgastando la moneda al remover capas de metal, y es por eso que es preferible no intentar limpiarla.
- Una pátina no es mala, sino que además es una protección natural para la moneda. Una buena pátina no debe ser eliminada. Si se quita, la superficie brillante recién expuesta se oxidará otra vez, causando una pérdida leve del metal de la moneda y entraremos en un círculo vicioso.
- También es común que se raye (hairlines) al frotarla con un trapo tanto al limpiar como al secar la moneda.
- Nunca limpiar monedas calidad Proof ya que sus campos están muy pulidos y es muy fácil dejar pequeños arañazos (hairlines).
- No existe producto que devuelva la lustre original de ceca a nuestras monedas.
En algunas ocasiones se limpian monedas de plata con
pátina fea, despareja y de manchas negras. Si aún estás interesado en
limpiar una moneda: la limpieza, como muchas otras tareas, requiere experiencia,
para ello primero empezaremos limpiando monedas de muy poco valor y de
la misma aleación que nuestra moneda objetivo. Cada metal requiere un
tratamiento diferente, no es lo mismo limpiar una moneda de plata que
una moneda de cobre.
Tipos de limpieza
IMPORTANTE: Después de la limpieza hay que neutralizar la acción del limpiador. Se puede remojar en agua destilada unas horas. No usar agua del grifo pues contiene minerales y pueden producir oxidación. Muchos restauradores emplean acetona para neutralizar el limpiador y desengrasar la moneda.
Después de neutralizar, secar sin frotar, con papel higiénico, o un
tejido muy suave (como un paño de microfibras) que no raye la moneda. Si empleas acetona no se necesita secado posterior.
Abrasivos químicos:
Abrasivos químicos:
Mediante un producto químico con algún tipo de ácido en su formulación eliminamos la pátina mediante una reacción química. El principal problema es que cada vez que sumergimos durante unos pocos segundos la moneda en el producto químico se remueve una fina capa de metal y si hiciésemos varias inmersiones de la moneda al final la moneda quedaría desgastada y totalmente deslustrada. Además generalmente producen un brillo antinatural y el producto químico tendría resultados diferentes para cada metal. Además estos limpiadores con ácidos hacen que después de la limpieza se active el metal, formándose rápidamente de nueva pátina, que en las monedas de cobre será muy desigual y en las monedas de plata muy uniforme, lo cual es contrario al proceso de oxidación o pátina de estos dos metales. Después de sumergir la moneda en el limpiador, debemos de neutralizar el producto químico, aclarando la moneda unas horas con agua destilada o aplicar aceteona, nunca usar agua del grifo que contiene minerales y que pueden causar oxidación, después secar la moneda. El agua destilada lo podemos conseguir en una farmacia o un supermercado.
Para la plata de con una ley superior a 900 milésimas se puede emplear amoníaco (sustancia muy toxica). Es conveniente que el cuarto esté convenientemente ventilado. Basta sumergir la moneda en un recipiente de cristal con agua destilada y un chorrito de amoníaco y esperar a que se elimine la oxidación, pudiendo tomar el agua un color azulado del cobre que se precipita de la plata (esto en teoría tendria que evitarse). La rapidez de la limpieza depende de la pureza del amoniaco que nomalmente, el que se vende en los supermercados, tiene una concentración muy baja, entre el 5% y 10%. Después de la limpieza neutralizar con agua destilada durante horas o usar acetona.
Si estás dispuesto a usar un producto comercial, la mejor apuesta es
usar productos específicos para monedas vendidos como tales, en lugar
de productos limpiadores genéricos para metales.
En esta categoría metemos el producto para monedas MS70 ® (que contiene EDTA, acrónimo de ácido etilendiaminotetracetico,
que actúa parcialmente sobre la pátina, remueve suciedad y elimina
restos de PVC. El EDTA elimina los óxidos de plata/cobre de la pátina y
no los sulfatos de plata/cobre que también forman la pátina. MS-70 ®
tiene aceptación entre los coleccionistas de EEUU, considerando un
limpiador abrasivo suave, válido tanto para monedas de plata como de
cobre.
Mi experiencia con este limpiador se limita a
una moneda de latón del siglo XX con pátina despareja. Después de
aplicar el producto con un bastoncillo de algodón, el resultado fue una
moneda más uniforme y con un brillo muy apagado, a la que pocas semanas
después, volverían a salirse las manchas de óxido.
Abrasivos físicos:
El bicarbonato sódico se puede
emplear en monedas de plata, creamos una pasta húmeda con bicarbonato y
agua, y frotamos la moneda con nuestras dedos.. Después aclaramos la
moneda en agua destilada y secamos la pieza. El principal problema es
que a las monedas Proof y onzas de plata de gran pureza le salen
rayitas (hairlines). El bicarbonato elimina la pátina físicamente y no
debido a una reacción química. También es fácil de detectar que la
moneda ha sido limpiada.
Muchas monedas se oscurecen formando una fina pátina protectora, pero podríamos usar una goma de borrar frotando para retornar brillo a la moneda o quitar mugre entre las leyendas. Después limpiar bien los restos de goma y limpiarla con alcohol de farmacia. Muchas monedas suelen ganar con el truco de la goma de borrar (de nata, MILAN , etc). Sirve para todo tipo de metales como plata, o metales de segunda clase como cobre, aluminio, latón. Lo cierto es que en la plata deja un cierto brillo metalizado.
La buena, la que no elimina ningún átomo de la moneda, conservando la pátina que son los átomos oxidados de la moneda. Para eliminar la suciedad, grasa o mugre adherida, se recomienda sumergir la moneda en agua destilada y templada con jabón durante horas o días y frotando la moneda con las manos o un cepillo de dientes de forma circular. Un tipo de jabón recomendado son los lavavajillas líquidos. Cualquier recipiente es bueno para alojar el agua mezclada con jabón mientras este no sea metálico. Después aclarar y secar la moneda.
Las mezclas se llaman Gringotts mix y vienen con diferentes formulaciones, una de ellas con TSP que es un potente limpiador muy peligroso para el medio-ambiente y que debe ser manejado con cuidado.
Estas mezclas remueven la pátina y se comen la capa de plata de las monedas forradas.
Olvidarse de aplicar la silla eléctrica a bronces con
pátina verde/marron estable homogénea. Esa pátina tiene 2000 años y
protege a la moneda del aire y humedad.
La electrolisis es la limpieza más invasiva y consiste en limpiar una moneda de cobre o plata con mucha ley, hallada enterrada, de forma abrasiva mediante una descarga eléctrica bajo el agua con sales durante unos minutos u horas, donde los iones del electrodo positivo (ánodo) se transfieren al electrodo negativo (cátodo).
Muchas monedas se oscurecen formando una fina pátina protectora, pero podríamos usar una goma de borrar frotando para retornar brillo a la moneda o quitar mugre entre las leyendas. Después limpiar bien los restos de goma y limpiarla con alcohol de farmacia. Muchas monedas suelen ganar con el truco de la goma de borrar (de nata, MILAN , etc). Sirve para todo tipo de metales como plata, o metales de segunda clase como cobre, aluminio, latón. Lo cierto es que en la plata deja un cierto brillo metalizado.
No abrasiva:
La buena, la que no elimina ningún átomo de la moneda, conservando la pátina que son los átomos oxidados de la moneda. Para eliminar la suciedad, grasa o mugre adherida, se recomienda sumergir la moneda en agua destilada y templada con jabón durante horas o días y frotando la moneda con las manos o un cepillo de dientes de forma circular. Un tipo de jabón recomendado son los lavavajillas líquidos. Cualquier recipiente es bueno para alojar el agua mezclada con jabón mientras este no sea metálico. Después aclarar y secar la moneda.
No usar productos químicos con ácidos
con monedas de cobre ya que después de la limpieza volverá rápidamente
coger una pátina artificial y muy desigual. En el caso de realizarla,
neutralizar con acetona y engrasarla con parafina y al cartón.
Los restos de PVC
que producen una fina película verde en la moneda deben ser eliminados
lo antes posible con alcohol de farmacia mediante un
algodón. También se emplea acetona, pero yo no lo recomiendo ya que
oscurece el brillo de la moneda. La acetona es muy inflamable, y se
recomienda ventilar la habitación. Otros usos de este disolvente son
eliminar de la moneda, grasas, residuos por cinta de celo o pegamento.
Si vas a usar acetona, comprala pura como la que venden en las tiendas
de pinturas.
Las monedas oro, al ser relativamente inerte, casi
no sufren oxidación, aunque algunas se tornan anaranjadas, para
limpiarlas probar primero con alcohol, o un baño templado de agua
destilada con jabón. Nunca usar productos limpiadores con el oro.
Existen productos limpiadores específicos para monedas que actúan como disolventes como el limpiador E&T Kointainer Koinsolve ® que remueve la suciedad y grasa adherida a la moneda sin causarle ningún daño a la pátina.
Moneda Antigua
Las monedas antiguas encontradas
bajo tierra, generalmente deben ser limpiadas para hacer visibles sus
improntas y permitir su catalogación. Estas pueden venir acompañada de
tierra, arcilla, minerales agregados, que son muy difíciles de quitar
sin emplear métodos mecánicos como cepillos y puntas, o incluso la
electrolisis.
Para monedas de bronce y plata se recomienda el aceite de oliva
para eliminar suciedad e incustraciones. Se pueden sumergir unas
monedas de cobre en un recipiente de cristal cerrado de aceite de oliva
durante 1 o 2 semanas. Antes de meter las monedas en aceite, habría que
separar las que tienen cáncer del bronce para que no contagien a las
demás.
Después saca las monedas y frótalas
circularmente con cepillo de dientes (nylon) y agua caliente con jabón.
Prueba con un palillo (de dientes) para intentar levantar la costra que
rodea la pátina de la moneda, hay que eliminar la suciedad, no tendrás
ningun indicador para saber cuando parar de limpiar.
Se puede saber si una moneda tiene
una costra difícil de quitar o sólo suciedad si al probar en seco con
una punta de metal se levanta suciedad blanda y se ve la pátina.
Después de 15 días de remojo en aceite de oliva podemos asignar a nuestras monedas a una categoría:-
Retratos detallados y detalles parcialmente visibles. Presenta suciedad a remover con limpieza mecánica. No más baños.
-
Retratos y detalles poco claros que pueden necesitar más aceite de oliva . (Repetir baño)
-
Monedas con grandes incrustaciones (concreciones). Candidatas para electrolisis.
Debemos intentar limpiar hasta toparnos con la
pátina, mucho tiempo en aceite de oliva (lleva ácidos) se comería la
pátina. Además el aceite no es la panacea ya que oscurece y apaga la
moneda.
Limpieza mecánica moneda antigua
Después del aceite, la
limpieza mecánica menos agresiva que podemos hacer es poner a remojo las
monedas en agua destilada con jabón (lavavajillas íiquido) para que
ablande la suciedad. Con el cepillo de nylon enjuagado con jabón frotar
en círculos y rascar con un palillo con paciencia. Ir cambiando el
agua y repetir el ciclo. Con mucha paciencia.
Muchas veces los restauradores recurren a la limpieza mecánica
con diferentes herramientas, como palillos de dientes, de bambú, un
cepillo con hilos de latón para quitar tierra o costra en fases
iniciales de la limpieza, a base de frotar suavemente y con el cepillo
siempre enjuagado, pero este raya la pátina.
Para las concreciones o puntos de corrosión se puede emplear lapiceros con puntas de diferentes metales (de diferente dureza) como aluminio, latón, titanio, acero, etc, también rascadores de fibra de vidrio (fibber glass), puntas perfiladoras de acero, o incluso bisturíes.
Para las concreciones o puntos de corrosión se puede emplear lapiceros con puntas de diferentes metales (de diferente dureza) como aluminio, latón, titanio, acero, etc, también rascadores de fibra de vidrio (fibber glass), puntas perfiladoras de acero, o incluso bisturíes.
Limpieza química moneda antigua
Entre los coleccionistas de
moneda antigua sin limpiar, son populares unas mezclas de producto
químico que a base de sumergir la moneda en agua destilada, repetidas
veces, con esta mezcla y frotar con cepillo de nylon, se restaura la
moneda y se hace identificable. Incluso hay gente que hierve las monedas
con estas mezclas.
Las mezclas se llaman Gringotts mix y vienen con diferentes formulaciones, una de ellas con TSP que es un potente limpiador muy peligroso para el medio-ambiente y que debe ser manejado con cuidado.
Limpieza eléctrica (Electrolisis) en moneda antigua
Si hemos comprado un lote de
monedas antiguas sin limpiar, solo aquellas que tienen una costra dura
que no sale con aceite, ni rascando con palillos o puntas, serán
candidatas a la electrolisis. También la única solución al cáncer del
bronce es la silla eléctrica, ya que si la quitamos con limpieza
mecánica volverá a aparecer en cuestión de semanas.
La electrolisis es la limpieza más invasiva y consiste en limpiar una moneda de cobre o plata con mucha ley, hallada enterrada, de forma abrasiva mediante una descarga eléctrica bajo el agua con sales durante unos minutos u horas, donde los iones del electrodo positivo (ánodo) se transfieren al electrodo negativo (cátodo).
Podemos construir un kit de electrolisis o comprarlo, tan sólo necesitamos un adaptador de corriente AC/DC de entre 6 voltios a 12 voltios, a mayor voltaje menos durara la limpieza electrolítica. Después separar el cable en 2 hilos de corriente positiva y negativa, y unir cada extremo a una pinza, una que sujeta la moneda y otra que generalmente sujeta un tornillo.
El cable en el extremo debe de hacer contacto con la pinza para que fluya la corriente hasta la moneda o la cuchara. Sumergimos la moneda y el tornillo en agua destilada, a la que añadimos una cucharada de bicarbonato como conductor, en un vaso de cristal o bowl de plástico.
Finalmente aplicamos la corriente negativa a la moneda y deben de salir burbujas de esta, si las burbujas salen del tornillo, intercambiar las pinzas.
Links
http://www.denarios.org/anexes/cobre.html
Cáncer del bronce:
Foro anverso y reverso - http://www.anversoyreverso.com
Bronze Disease - http://www.classicalcoins.com/bronze_disease.html
http://www.calgarynumismaticsociety.org/caring.html
http://www.identificacion-numismatica.com/t63646-as-de-neron-pasos-de-limpieza
http://www.metaldetectingintheusa.com/electrolysis.html
http://www.metaldetectingintheusa.com/files/cleaning-your-metal-detecting-finds-using-electrolysis.pdf
Nota: El autor de este artículo no se hace responsable de 'daños'
causados por la limpieza empleando productos comerciales o sustancias
diversas citadas que podrían disminuir el valor numismático de las
piezas tratadas. Entre esos posibles 'daños' citaremos la oxidación o desgaste químico, desgaste físico como rayitas por mala limpieza y brillo artificial de la moneda.
Conservación y Limpieza de Monedas