lunes, 21 de julio de 2014

Numismática el arte de Coleccionar ¿dinero?

Numismática: el arte de Coleccionar ¿dinero?

 

¿Te imaginas tener en tus manos un objeto que haya sido usado en los tiempos de Alejandro el Grande? ¿O de Cristóbal Colón? ¿O de Napoleón? ¿O de Winston Churchill?
Una forma de lograrlo es a través de la Numismática, que es la colección y el estudio de las monedas, billetes, fichas y medallas actuales y especialmente históricas.

Aunque normalmente este hobby se entiende sólo como la colección de monedas ya que son el tipo de dinero más primitivo y que ha tenido cultores desde la Antigüedad -se dice que el emperador Julio César juntaba monedas griegas-, en realidad abarca todo el espectro de lo que se ha utilizado alguna vez como medio de pago. De allí que haya especialistas en billetes, medallas conmemorativas e incluso títulos de acciones.

Una de las características de este hobby es que pese a que se trata de juntar "dinero" propiamente tal, en realidad el interés no radica en esto sino en las características que tienen las piezas que se van consiguiendo. Incluso, puede suceder que las piezas coleccionadas tengan un valor económico muy alto, superior al que nunca antes tuvieron al circular como medio de pago, debido a sus características históricas, a su escasez o incluso a que fueron emitidas con algún error en su diseño, y no a su valor como dinero.

Así que, además de que el valor de la colección se irá incrementando a medida que el número de piezas recolectadas es mayor, los especialistas comentan que la otra ganancia que obtienen los numismáticos es que a través de ellas se puede ver tanto un trabajo artístico, como también otras facetas como los mensajes políticos o las referencias históricas que habitualmente contienen. Tal como explica la Sociedad Numismática Americana (EE.UU.), "al examinar el dinero de variadas culturas y periodos, no sólo aprendemos acerca de sus historias y actitudes, sino que también entendemos mejor cómo ese dinero trabaja y qué dice acerca de nuestra propia cultura e historia".

Entre los cultores de este hobby, las monedas son las que más llaman la atención debido a que en casi todas las civilizaciones antiguas había elementos de este tipo y, por eso, la mayor parte del trabajo que realizan los coleccionistas se refiere a éstas. Por ejemplo, en España hay grupos que se dedican exclusivamente a los "denarios" que fueron las monedas del Imperio Romano que se utilizaron extensamente en los siglos en que la Península Ibérica se llamaba Hispania y estaba bajo su tutela . Otro ejemplo interesante es el estudio de las "macuquinas" que son las monedas martilladas de bordes irregulares, que circularon por toda la América en manos de los conquistadores españoles .

Cómo empezar

Para hacer una colección se requiere, en primer lugar, tener paciencia y muchas ganas de aprender. En el caso de las monedas, hay muchas fuentes de donde obtener ejemplares antiguos, partiendo por las propias que se puedan encontrar a nivel familiar.

Otra forma de obtenerlas son los "mercados persas" que permiten acceder a monedas que ya no están en circulación a precios módicos. Por último, si el hobby se mantiene, es bueno asesorarse por algún experto en las casas de numismática que existen especialmente en las ciudades grandes.

No obstante, en todos los foros de coleccionistas se hace hincapié en no tratar de adquirir monedas en altos precios para hacer una mejor colección, sino que se aconseja estudiar a través de catálogos cada pieza antes de hacer una adquisición. Esto se debe a que las monedas no siempre son todo lo valiosas que se supone a primera vista y a que los coleccionistas verdaderos hacen exámenes sobre el estado de las monedas antes de emitir una opinión acerca de su calidad.

En esta misma línea, se aconseja adoptar precauciones concretas al momento de cuidar la colección. Por ejemplo, se solicita no limpiar las monedas ya que eso puede crearles marcas que bajen su valor. Además deben ser conservadas por separado y en álbumes o sobres especiales que impidan que se rayen y por lo mismo, su calidad se vea alterada.

Cómo se ve, la numismática encierra todo un mundo que permite acercarse a la historia nacional y mundial de una manera distinta. Porque, ¿de qué otra manera podríamos llegar a tener en nuestro poder algo que pudo haber sido usado por personajes históricos como Colón o Churchill?

 

Moneda de $500 Pesos

Moneda de $500 Pesos


 



Bimetálica
      • Núcleo: Cual (95% Cobre, 5% aluminio)
      • Anillo: Alpaca (70% Cobre,15% níquel, 15% zinc)
Peso: 6,5 gramos
Diámetro: 26 milímetros
Forma: Circular
Canto: Estriado   
Anverso:  Figura del Cardenal Raúl Silva Henríquez, situado al centro del núcleo y coronado con la frase "REPÚBLICA DE CHILE" en el anillo. Ceca a la derecha en el núcleo. Laureles en la parte inferior del anillo.
Reverso: Al centro del núcleo y guardando la simetría del conjunto, se lee la cifra "500" y bajo ella la palabra "PESOS" y el año de acuñación, circundado por laureles en el anillo. En el centro superior del anillo una estrella de cinco puntas.
Fecha de circulación:  Diciembre 2000

 

La moneda de $ 500 fue la primera moneda bimetálica de Chile, pero la que actualmente circula no fue precisamente la primera acuñación bimetálica, ya que en lugar de los laureles que hoy tiene el anverso, originalmente estaba la fecha de acuñación. Indudablemente situación extraña ya que por el reverso también se repetía la fecha.

Fue  oficialmente entregada por el Banco central como muestra a las instituciones bancarias, alcanzando a circular brevemente ya que de inmediato, el mismo Banco Central procedió al retiro de estas monedas.

 
No se conoce el número de piezas acuñadas, pero se transformó en una de las piezas más escasas de la numismática Chilena y de su valor nominal que es aproximadamente US $1, su transacción en subastas ha superado los US $500.
 

Características para Personas con Discapacidad Visual

Características para Personas con Discapacidad Visual

Los billetes chilenos tienen características de identificación especiales para ayudar a las personas con discapacidad visual.

 

Diferentes tamaños:

La diferenciación de tamaños entre cada uno de los billetes es un elemento de apoyo para que las personas ciegas o personas con dificultades de visión cuenten con más facilidades para la identificación de cada una de las denominaciones. Los billetes tienen distintos tamaños, con diferencias en su longitud de 7 milímetros entre ellos, siendo el de mayor longitud el que tiene el mayor valor. 



 

Colores de Alto Contraste:

Las distintas denominaciones tienen colores intensos y fáciles de distinguir: el billete de $1.000 es verde; el de $2.000 es morado; el de $5.000 es rojo; el de $10.000 es azul, y el de $20.000 es de color naranjo cobrizo.




 

Números en Caracteres de Gran Tamaño:

El valor facial de los billetes está impreso en caracteres de gran tamaño. Además presentan un buen contraste entre números y fondo: números claros sobre fondos más oscuros o números oscuros sobre fondos más claros. 





Marcas Táctiles.

Todos los billetes chilenos disponen de marcas táctiles en el borde inferior izquierdo, para permitir su identificación por personas con discapacidad visual



 

Ficha tipo moneda CIC 1912

Ficha tipo moneda CIC 1912

Son fichas (no monedas) y venían empotradas en los muebles como signo de autenticidad (fueron acuñadas para ese fin por la Casa de Moneda de Chile), nunca fueron usadas como canje ni nada parecido. Su valor depende de la ficha, su estado y la variedad.





 La más codiciada por los coleccionistas es aquella que en la palabra CIC esta dentro del cuadrado, aunque de estas solamente existen unas pocas.

Conservación y Limpieza de Monedas

Conservación y Limpieza de Monedas

Términos: oxidación, corrosión, pátina y cáncer del bronce
 
A excepción de metales como el oro que son relativamente inertes, los metales sufren corrosión al reaccionar con el ambiente. La corrosión es una oxidación aplicable a metales  que tienden a perder sus electrones por efecto de causas diversas como la humedad y condiciones ambientales propicias para que se desencadene este fenómeno.

En numismática, esta reacción del metal, produce una pátina o película que recubre la superficie de la moneda. Generalmente se habla de la pátina como una película protectora y se habla de corrosión cuando la moneda se ve atacada. 

Muchos metales son proclives a la formación de la pátina, especialmente el cobre/bronce, las monedas de cobre S/C bien almacenadas en contenedores numismáticos puede formar pátinas moradas. Si están expuestas al aire se tornan marrones, hasta llegar al negro. La plata también es muy reactiva y forma pátinas doradas, marrones y finalmente negras. El níquel es difícil que forme pátina. Y el zinc se oxida con facilidad con manchas blancas de aspecto polvoriento.

Existen metales o aleaciones especialmente vulnerables frente a la corrosión como el cobre/bronce que pueden presentar lo que se conoce como enfermedad o cáncer del bronce. El cáncer se presenta en forma de incrustaciones verdes brillantes o polvorientas o verrugas rojas y la moneda de no ser curada/restaurada se verá reducida a polvo con el paso del tiempo. Mientras tanto no la pongas en contacto con otras monedas. No hay que confundir ciertas pátinas estables de color marrón o verdoso en los cobres con el cáncer del bronce. 

En condiciones medioambientales especialmente duras como monedas encontradas bajo tierra o sumergidas en el mar que son recuperadas de barcos naufragados también se encuentra la corrosión que literalmente se come el metal.

El Aire

El aire está lleno de contaminantes, uno de ellos, el sulfuro de hidrógeno reacciona con los metales produciendo su oxidación, es decir forma una película o pátina en la superficie de la moneda. Ciertamente muchos coleccionistas aprecian las pátinas de tonos dorados o azules en monedas de plata, pero si el proceso de oxidación sigue la pátina se volverá muy gruesa y de color negro. Estas pátinas negras muchas veces son limpiadas y no siempre con buenos resultados.
El sulfuro de hidrógeno se va depositando en la superficie de la moneda y al principio forma una pátina dorada de poco grosor, a medida que se acumula más sulfuro de hidrógeno la pátina tendrá un tono azul y finalmente una gruesa pátina negra. Para prevenir el desgaste químico producido por el sulfuro de hidrógeno debemos de almacenar las monedas en contenedores que aíslen la moneda lo más posible del aire. El problema es que no se ha descubierto un contenedor 100% estanco y el aire siempre encuentra un camino para reaccionar con la moneda. Pero como regla, cuanto más estanco sea contenedor más protegida está la moneda de la oxidación.

La Humedad

Una temperatura moderada y una baja humedad son buenas aliadas para conservar adecuadamente nuestras monedas. Las monedas sufren desgaste químico a partir del 35% de humedad del aire. La humedad puede llegar a producir corrosión y el cobre es más susceptible de sufrir corrosión que otros metales, apareciendo el cáncer del bronce que se presenta en forma de manchas polvorientas de color verde pálido que terminan por reducir esta a polvo.

Podemos mantener un entorno seco, en el armario o cajón, donde estén las monedas mediante gel de sílice, en inglés silica gel, que es un material cristalino que actúa como desecante. El gel de sílice absorbe humedad del micro-ambiente cuando este está húmedo y devuelve la humedad cuando el ambiente se vuelve excesivamente seco, por lo que regula y estabiliza la humedad. Existen 2 tipos de gel de sílice, el normal y el reusable. El gel de sílice reusable viene con una tarjeta indicadora que muestra el color azul cuando el gel se sílice esta activo y que se vuelve rosa cuando este alcanza su punto de saturación. Cuando se satura, se puede reactivar calentándolo a 115º C durante 3 horas. El gel de sílice se vende en forma de láminas, perlas y cartuchos llenos de perlas. Existen buen número de marcas comerciales de gel de sílice.

Las Huellas
 
Si alguna vez has puesto un dedo sobre una moneda recién acuñada, esa huella puede acabar en cuestión de meses convirtiéndose en una fea marca oscura, esto es debido a que los dedos tienen grasa y ácidos. Deberemos usar guantes de algodón o látex como medida de prevención para manejar especialmente las monedas que conserven la lustre de ceca. Si vemos que hemos puesto los dedos, la limpiaremos con un algodón impregnado con alcohol antes de que aparezca la marca y tener que usar otro tipo de limpieza más drástica, como por ejemplo frotar con una goma de borrar de nata, siendo importante eliminar bien con alcohol los restos de goma. Usemos guantes o no, siempre asir la moneda por los cantos para evitar en todo lo posible la fricción y desgaste de la pieza.

Carbon Spots (puntos de corrosión)

Si hablas delante de una moneda, puedes salpicarla con saliva que puede producir una mancha negra en la superficie de la moneda. Esa mancha, carbono reducido, está incrustada en el metal y removerla sin causar daño a la superficie de la moneda es virtualmente imposible. Suele aparecer en monedas de cobre.

Monedas Proof

El plano está tan pulido, con fondo de espejo, la moneda tan satinada y de tal calidad que tenemos que esforzarnos en conservarla en una capsula, o QUADRUM Intercept ® para no tener que limpiarlas, lo que las arruinaria completamente.

Las monedas Proof no son solo de metal precioso, además tienen el bonus de la calidad de acuñación, en 2 o 3 golpes, y la calidad del troquel que para evitar la más mínima imperfección o desgaste se recicla cuando acuña alrededor de 300 piezas.

La Habitación

No sólo influye el aire, contaminación, la humedad de tu pueblo/ciudad, sino también ciertos gases que se nos pueden colar por el cartón.

Debemos de tener en cuenta para conservar nuestras monedas:
  • No almacenar monedas en armarios recién pintados o recién tratados químicamente.
  • No tener monedas junto a naftalina o insecticidas.
  • No exponer al sol, lo que puede producir pátinas arco-iris o cosas menos bonitas, en ciertos plásticos o blisters oficiales.
  • Las monedas en un sitio frío, seco. Evitar sitios donde la temperatura y la humedad cambian constantemente.
El Contenedor

Cuando manipulemos una moneda se deberá emplear una superficie limpia y acolchada y asir la moneda por los cantos o usando guantes de algodón. 
Fundas de plástico (Coin Flips)
  La mayoría son de PVC con plastificantes, lo que les da flexibilidad al PVC que es un plastico muy duro y poco activo. Este PVC flexible emiten gases artificiales que producen la corrosión del metal que se come literalmente la moneda. No son recomendables para el almacenamiento a largo plazo, siendo muy útiles para transportar monedas. Hay fundas seguras, sin pastificantes, rígidas y que no atacan al metal. Las tiras de plástico en las que se venden las monedas mundiales no son seguras y producen corrosión. Muchas veces una colección de miles de euros se ve arruinada por el PVC.

Álbumes de monedas:

Estos álbumes muchas veces no son seguros, pues las monedas se alojan en compartimentos de plástico que contienen PVC flexible. Muchas veces a las monedas les sale una película verde y pegajosa que de no limpiarse puede corroer la moneda. Para limpiar restos de PVC basta un algodón con alcohol de farmacia. También se recomienda acetona, pudiendo dejar esta un brillo más oscuro a la moneda.
Tubos para monedas:

Los hechos de poliestireno y también de polietileno son seguros, con el inconveniente de que las monedas al estar en contacto entre ellas, llegan a marcarse. También hay que tener cuidado con almacenar monedas de diferentes metales que pueden originar oxidación.

Madera:

A menudo se utilizan monetarios de madera por su aspecto atractivo. Pese a que existen unas maderas más recomendables que otras, toda madera incluso la más antigua y seca, genera gases ácidos. Por lo tanto no es recomendable el uso de maderas si la moneda está en contacto físico con la madera. Se pueden almacenar monedas en monetarios de madera protegiéndolas en cápsulas o cartones. Una de las maderas más recomendables es la caoba africana.

Cartones (Mylar cardboards):  

Estos contenedores son de cartón y generalmente tienen una ventana de Mylar ®. El Mylar ® es el que entra en contacto con la moneda, no el cartón que puede oxidar el metal. Es importante grapar bien el cartón para evitar al máximo el contacto del aire con la moneda. Los cartones tienen un bajo coste y existen infinidad de álbumes para presentar con facilidad nuestra colección. A pesar de que las hojas de los álbumes sean de PVC, el PVC debe estar en contacto con la moneda para dañarla. Además el cartón puede ser usado para anotar información y catalogar la pieza. También existen cartones auto-adhesivos, sin necesidad de usar grapas y que ofrecen una mayor protección, como los de la marca Hartberger (HB) ® con la ventana de polipropileno. Tanto el Mylar ® como el polipropileno son seguros para las monedas. Hay que pasar las hojas de los álbumes para cartones con cuidado, sino las monedas puedes golpearse entre si y sufrir marcas, sobre todo con monedas pesadas. Quitar las grapas antes de sacar la moneda del cartón, sino la podemos rayar y depreciar.

NOTA: No todos los cartones están hechos de materiales seguros. Algunos cartones se pegan a las hojas del álbum y dejan las monedas pegajosas y con una película verde de PVC que habrá que limpiar con alcohol o acetona. Después de la limpieza cambiar a un cartón seguro

Cápsulas:
 
Las cápsulas son más seguras al ser más estancas que los cartoncillos, ofreciendo una mejor protección ante el desgaste químico, como la perdida de lustre o la aparición de pátinas. Las cápsulas tienen un mayor coste que los cartones, además se suelen presentar en bandejas que aumentan considerablemente el coste y su manejabilidad. Las cápsulas están hechas de materiales seguros como Plexiglas ®.

Intercept Shield®:

Esta marca comercial, tiene productos para almacenar monedas. El coste es más elevado que usar cápsulas pero ofrece casi una protección total durante años neutralizando los contaminantes del aire y la humedad. Intercept Shield ® es un 'carroñero' que actúa químicamente con los gases contaminantes, atrapándolos y eliminándolos del contenedor. La tecnología Intercept fue desarrollada por los Bell Labs para prevenir la corrosión de líneas telefónicas y en equipos. Más tarde sería usada para proteger monedas. Más información en: http://www.interceptshield.com/

NOTA: Susan L. Maltby, autora de un artículo para la Asociación Numismática Canadiense, recomienda no almacenar monedas en sobres de papel, cajas de madera con o sin terciopelo, tubos de monedas, ni álbumes de cartón con huecos para colocar las monedas.

Parafina

Hay monedas que por su composición son muy sensibles a la oxidación (hierro, zinc, cobre, aluminio) y pueden requerir un tratamiento protector. Para preservar las monedas de estos metales se puede recubrir la moneda con una capa de parafina pura que es totalmente inerte y se puede adquirir en farmacias. Para aplicar la parafina se puede sumergir la moneda en parafina líquida sujetando la moneda por los cantos. Mientras seca podemos retirar la parafina sobrante con un apósito con las puntas de algodón (). Después enfundarla en un cartón de Mylar ®. Su poder protector durará muchos años hasta que la parafina se convierta en polvo. En cualquier momento podemos eliminar la capa de parafina con cloroformo o etanol (alcohol etílico) y devolver la pieza a su estado original.

Cera Microcristalina

Las monedas con lustre de ceca o más propensas a oxidarse (cobre, zinc, hierro, etc...) pueden retener su brillo sin necesidad de limpiezas o recubrimientos con lacas. Con cera microcristalina, una cera derivada de la parafina que está compuesta por micro-cristales, a diferencia de las parafinas que están formadas de macro-cristales, se pueden proteger las monedas dándoles una capa muy ligera para que no queden los antiestéticos brillos. Pero, a pesar de ser una fina capa, esta debe cubrir toda la superficie de la moneda, ya que si no, se podrían producir focos de oxidación que se extenderían al resto de la pieza. Un ejemplo de cera microcristalina usada en museos es el producto RENAISSANCE WAX ®.

Lacas

Las lacas se usan para aislar la moneda del aire y previenen la oxidación del metal. Si son usadas correctamente y con monedas recién acuñadas pueden preservar las condiciones originales de la superficie del metal. Las lacas eran muy populares antes de que llegasen al mercado otros productos como las cápsulas. Debe ser aplicada correctamente por un experto con fina capa que recubra toda la superficie de la moneda. Se puede usar una pistola de espray con el inyector muy fino para aplicar la laca a la moneda, usando una máscara para no respirar el producto.

Algunos coleccionistas inexpertos aplicaban la laca mediante un bote de espray o mediante inmersión en la laca, aplicando demasiada laca lo que producía grietas y zonas de oxidacón. Después de eliminar la capa de laca con acetona [mejor usar otro disolvente] generalmente se activaba el metal y la moneda se oxidaba rápidamente en cuestión de semanas.

Limpiar Monedas

Una de las inquietudes del coleccionista profano es tener su colección monedas que brillen y que tengan un aspecto nuevo, importando más el brillo que el desgaste de los detalles de las improntas de la moneda. Las monedas envejecen y con el tiempo en su superficie se forma una película protectora por la oxidación del metal, que de ser bonita tiene un gran valor numismático. Algunas monedas de plata forman una pátina de color dorada o azul, o incluso iridiscente (arcoíris)  que será apreciada por muchos numismáticos.

Muchos coleccionistas sólo compran monedas cuyo aspecto les confíe que no hayan sido limpiadas con anterioridad. Los buenos coleccionistas aprecian más la apariencia original de una moneda que el brillo artificial logrado al limpiar la moneda con un producto químico. Los productos químicos contienen ácidos que hacen que se pierdan las primeras capas de metal, reemplazando la lustre o pátina original de la moneda por un brillo no genuino que hace que pierda valor numismático. Además en monedas de cobre o latón estas rápidamente volverán a oscurecerse tomando un color desigual, artificial y horrible en muchas ocasiones. Limpiar monedas es parecido a restaurar obras de arte, y sólo profesionales conocen las mejores técnicas a aplicar en cada caso.

En Estados Unidos existe una empresa especializada en restaurar monedas llamada NCS.

Razones por las que no limpiar una moneda
  1. Generalmente la moneda pierde valor "si nos damos cuenta" que ha sido limpiada al notar una lustre artificial.
  2. A veces por tratar de limpiar una moneda con un producto ácido se le causa un daño irreparable, desgastando la moneda al remover capas de metal, y es por eso que es preferible no intentar limpiarla.
  3. Una pátina no es mala, sino que además es una protección natural para la moneda. Una buena pátina no debe ser eliminada. Si se quita, la superficie brillante recién expuesta se oxidará otra vez, causando una pérdida leve del metal de la moneda y entraremos en un círculo vicioso.
  4. También es común que se raye (hairlines) al frotarla con un trapo tanto al limpiar como al secar la moneda.
  5. Nunca limpiar monedas calidad Proof ya que sus campos están muy pulidos y es muy fácil dejar pequeños arañazos (hairlines).
  6. No existe producto que devuelva la lustre original de ceca a nuestras monedas.

En algunas ocasiones se limpian monedas de plata con pátina fea, despareja y de manchas negras. Si aún estás interesado en limpiar una moneda: la limpieza, como muchas otras tareas, requiere experiencia, para ello primero empezaremos limpiando monedas de muy poco valor y de la misma aleación que nuestra moneda objetivo. Cada metal requiere un tratamiento diferente, no es lo mismo limpiar una moneda de plata que una moneda de cobre.

Tipos de limpieza

IMPORTANTE: Después de la limpieza hay que neutralizar la acción del limpiador. Se puede remojar en agua destilada unas horas. No usar agua del grifo pues contiene minerales y pueden producir oxidación. Muchos restauradores emplean acetona para neutralizar el limpiador y desengrasar la moneda. Después de neutralizar, secar sin frotar, con papel higiénico, o un tejido muy suave (como un paño de microfibras) que no raye la moneda. Si empleas acetona no se necesita secado posterior.


Abrasivos químicos:

Mediante un producto químico con algún tipo de ácido en su formulación eliminamos la pátina mediante una reacción química. El principal problema es que cada vez que sumergimos durante unos pocos segundos la moneda en el producto químico se remueve una fina capa de metal y si hiciésemos varias inmersiones de la moneda al final la moneda quedaría desgastada y totalmente deslustrada. Además generalmente producen un brillo antinatural y el producto químico tendría resultados diferentes para cada metal. Además estos limpiadores con ácidos hacen que después de la limpieza se active el metal, formándose rápidamente de nueva pátina, que en las monedas de cobre será muy desigual y en las monedas de plata muy uniforme, lo cual es contrario al proceso de oxidación o pátina de estos dos metales. Después de sumergir la moneda en el limpiador, debemos de neutralizar el producto químico, aclarando la moneda unas horas con agua destilada o aplicar aceteona, nunca usar agua del grifo que contiene minerales y que pueden causar oxidación, después secar la moneda. El agua destilada lo podemos conseguir en una farmacia o un supermercado.

Para la plata de con una ley superior a 900 milésimas se puede emplear amoníaco (sustancia muy toxica). Es conveniente que el cuarto esté convenientemente ventilado. Basta sumergir la moneda en un recipiente de cristal con agua destilada y un chorrito de amoníaco y esperar a que se elimine la oxidación, pudiendo tomar el agua un color azulado del cobre que se precipita de la plata (esto en teoría tendria que evitarse). La rapidez de la limpieza depende de la pureza del amoniaco que nomalmente, el que se vende en los supermercados, tiene una concentración muy baja, entre el 5% y 10%. Después de la limpieza neutralizar con agua destilada durante horas o usar acetona.

Si estás dispuesto a usar un producto comercial, la mejor apuesta es usar productos específicos para monedas vendidos como tales, en lugar de productos limpiadores genéricos para metales.

En esta categoría metemos el producto para monedas MS70 ® (que contiene EDTA, acrónimo de ácido etilendiaminotetracetico, que actúa parcialmente sobre la pátina, remueve suciedad y elimina restos de PVC. El EDTA elimina los óxidos de plata/cobre de la pátina y no los sulfatos de plata/cobre que también forman la pátina. MS-70 ® tiene aceptación entre los coleccionistas de EEUU, considerando un limpiador abrasivo suave, válido tanto para monedas de plata como de cobre. 

Mi experiencia con este limpiador se limita a una moneda de latón del siglo XX con pátina despareja. Después de aplicar el producto con un bastoncillo de algodón, el resultado fue una moneda más uniforme y con un brillo muy apagado, a la que pocas semanas después,  volverían a salirse las manchas de óxido.
Abrasivos físicos:
  El bicarbonato sódico se puede emplear en monedas de plata, creamos una pasta húmeda con bicarbonato y agua, y frotamos la moneda con nuestras dedos.. Después aclaramos la moneda en agua destilada y secamos la pieza. El principal problema es que a las monedas Proof y onzas de plata de gran pureza le salen rayitas (hairlines). El bicarbonato elimina la pátina físicamente y no debido a una reacción química. También es fácil de detectar que la moneda ha sido limpiada.

Muchas monedas se oscurecen formando una fina pátina protectora, pero podríamos usar una goma de borrar frotando para retornar brillo a la moneda o quitar mugre entre las leyendas. Después limpiar bien los restos de goma y limpiarla con alcohol de farmacia. Muchas monedas suelen ganar con el truco de la goma de borrar (de nata, MILAN , etc). Sirve para todo tipo de metales como plata, o metales de segunda clase como cobre, aluminio, latón. Lo cierto es que en la plata deja un cierto brillo metalizado.

No abrasiva:

La buena, la que no elimina ningún átomo de la moneda, conservando la pátina que son los átomos oxidados de la moneda. Para eliminar la suciedad, grasa o mugre adherida, se recomienda sumergir la moneda en agua destilada y templada con jabón durante horas o días y frotando la moneda con las manos o un cepillo de dientes de forma circular. Un tipo de jabón recomendado son los lavavajillas líquidos. Cualquier recipiente es bueno para alojar el agua mezclada con jabón mientras este no sea metálico. Después aclarar y secar la moneda.

No usar productos químicos con ácidos con monedas de cobre ya que después de la limpieza volverá rápidamente coger una pátina artificial y muy desigual. En el caso de realizarla, neutralizar con acetona y engrasarla con parafina y al cartón.

Los restos de PVC que producen una fina película verde en la moneda deben ser eliminados lo antes posible con alcohol de farmacia mediante un algodón. También se emplea acetona, pero yo no lo recomiendo ya que oscurece el brillo de la moneda. La acetona es muy inflamable, y se recomienda ventilar la habitación. Otros usos de este disolvente son eliminar de la moneda, grasas, residuos por cinta de celo o pegamento. Si vas a usar acetona, comprala pura como la que venden en las tiendas de pinturas.

Las monedas oro, al ser relativamente inerte, casi no sufren oxidación, aunque algunas se tornan anaranjadas, para limpiarlas probar primero con alcohol, o un baño templado de agua destilada con jabón. Nunca usar productos limpiadores con el oro.

Existen productos limpiadores específicos para monedas que actúan como disolventes como el limpiador E&T Kointainer Koinsolve ® que remueve la suciedad y grasa adherida a la moneda sin causarle ningún daño a la pátina.

Moneda Antigua

Las monedas antiguas encontradas bajo tierra, generalmente deben ser limpiadas para hacer visibles sus improntas y permitir su catalogación. Estas pueden venir acompañada de tierra, arcilla, minerales agregados, que son muy difíciles de quitar sin emplear métodos mecánicos como cepillos y puntas, o incluso la electrolisis.

Para monedas de bronce y plata se recomienda el aceite de oliva para eliminar suciedad e incustraciones. Se pueden sumergir unas monedas de cobre en un recipiente de cristal cerrado de aceite de oliva durante 1 o 2 semanas. Antes de meter las monedas en aceite, habría que separar las que tienen cáncer del bronce para que no contagien a las demás. 

Después saca las monedas y frótalas circularmente con cepillo de dientes (nylon) y agua caliente con jabón. Prueba con un palillo (de dientes) para intentar levantar la costra que rodea la pátina de la moneda, hay que eliminar la suciedad, no tendrás ningun indicador para saber cuando parar de limpiar.

Se puede saber si una moneda tiene una costra difícil de quitar o sólo suciedad si  al probar en seco con una punta de metal se levanta suciedad blanda y se ve la pátina.
Después de 15 días de remojo en aceite de oliva podemos asignar a nuestras monedas a una categoría:

  1. Retratos detallados y detalles parcialmente visibles. Presenta suciedad a remover con limpieza mecánica. No más baños.
  2. Retratos y detalles poco claros que pueden necesitar más aceite de oliva . (Repetir baño)
  3. Monedas con grandes incrustaciones (concreciones). Candidatas para electrolisis.

Debemos intentar limpiar hasta toparnos con la pátina, mucho tiempo en aceite de oliva (lleva ácidos) se comería la pátina. Además el aceite no es la panacea ya que oscurece y apaga la moneda.

Limpieza mecánica moneda antigua

Después del aceite, la limpieza mecánica menos agresiva que podemos hacer es poner a remojo las monedas en agua destilada con jabón (lavavajillas íiquido) para que ablande la suciedad.  Con el cepillo de nylon enjuagado con jabón frotar en círculos y rascar con un palillo con paciencia. Ir cambiando el agua y repetir el ciclo. Con mucha paciencia.

Muchas veces los restauradores recurren a la limpieza mecánica con diferentes herramientas, como palillos de dientes, de bambú, un cepillo con hilos de latón para quitar tierra o costra en fases iniciales de la limpieza, a base de frotar suavemente y con el cepillo siempre enjuagado, pero este raya la pátina.
Para las concreciones o puntos de corrosión se puede emplear lapiceros con puntas de diferentes metales (de diferente dureza) como aluminio, latón, titanio, acero, etc, también rascadores de fibra de vidrio (fibber glass), puntas perfiladoras de acero, o incluso bisturíes.

Limpieza química moneda antigua

Entre los coleccionistas de moneda antigua sin limpiar, son populares unas mezclas de producto químico que a base de sumergir la moneda en agua destilada, repetidas veces, con esta mezcla y frotar con cepillo de nylon, se restaura la moneda y se hace identificable. Incluso hay gente que hierve las monedas con estas mezclas.

Las mezclas se llaman Gringotts mix y vienen con diferentes formulaciones, una de ellas con TSP que es un potente limpiador muy peligroso para el medio-ambiente y que debe ser manejado con cuidado.
Estas mezclas remueven la pátina y se comen la capa de plata de las monedas forradas.

Limpieza eléctrica (Electrolisis) en moneda antigua

Si hemos comprado un lote de monedas antiguas sin limpiar, solo aquellas que tienen una costra dura que no sale con aceite, ni rascando con palillos o puntas, serán candidatas a la electrolisis. También la única solución al cáncer del bronce es la silla eléctrica, ya que si la quitamos con limpieza mecánica volverá a aparecer en cuestión de semanas.

Olvidarse de aplicar la silla eléctrica a bronces con pátina verde/marron estable homogénea. Esa pátina tiene 2000 años y protege a la moneda del aire y humedad.


La electrolisis es la limpieza más invasiva y consiste en limpiar una moneda de cobre o plata con mucha ley, hallada enterrada, de forma abrasiva mediante una descarga eléctrica bajo el agua con sales durante unos minutos u horas, donde los iones del electrodo positivo (ánodo) se transfieren al electrodo negativo (cátodo).

Podemos construir un kit de electrolisis o comprarlo, tan sólo necesitamos un adaptador de corriente AC/DC de entre 6 voltios a 12 voltios, a mayor voltaje menos durara la limpieza electrolítica. Después separar el cable en 2 hilos de corriente positiva y negativa, y unir cada extremo a una pinza, una que sujeta la moneda y otra que generalmente sujeta un tornillo.

El cable en el extremo debe de hacer contacto con la pinza para que fluya la corriente hasta la moneda o la cuchara. Sumergimos la moneda y el tornillo en agua destilada, a la que añadimos una cucharada de bicarbonato como conductor, en un vaso de cristal o bowl de plástico.

Finalmente aplicamos la corriente negativa a la moneda y deben de salir burbujas de esta, si las burbujas salen del tornillo, intercambiar las pinzas. 

Links

http://www.denarios.org/anexes/cobre.html
Cáncer del bronce:
Foro anverso y reverso - http://www.anversoyreverso.com
Bronze Disease - http://www.classicalcoins.com/bronze_disease.html
http://www.calgarynumismaticsociety.org/caring.html
http://www.identificacion-numismatica.com/t63646-as-de-neron-pasos-de-limpieza
http://www.metaldetectingintheusa.com/electrolysis.html
http://www.metaldetectingintheusa.com/files/cleaning-your-metal-detecting-finds-using-electrolysis.pdf




Nota: El autor de este artículo no se hace responsable de 'daños' causados por la limpieza empleando productos comerciales o sustancias diversas citadas que podrían disminuir el valor numismático de las piezas tratadas. Entre esos posibles 'daños' citaremos la oxidación o desgaste químico, desgaste físico como rayitas por mala limpieza y brillo artificial de la moneda.